lunes, 23 de marzo de 2009

Escuela Mexicana de Arte Down

Acostumbrados a mirar desde la perspectiva de lo que hace falta, de la incompletud, de lo vacío, de la diferencia y discapacidad excluyentes, los alumnos de la Escuela Mexicana de Arte Down (EMAD) nos obligan a ver a las personas con alguna discapacidad desde su propia capacidad artística, mirada que nos asombra y nos transforma. Las obras de estos artistas nos llaman a repensar, cambiar de actitud, y por un momento a reconsiderar nuestras propias "capacidades". Tomando como ejemplo el caso de los alumnos de la EMAD, la doctora Luz Elena Bátiz, jefa del Departamento de Psicología de la Fundación John Langdon Down, señala: todo el tiempo se les puede estar estigmatizando en la deficiencia en lugar de poder realmente disfrutar del potencial artístico que ellos han podido manifestar. El disfrute de la capacidad del otro puede ser producto de la cercanía y la interacción, pero también la doctora nos hace ver que existe un elemento objetivo, pues nos aclara que artistas reconocidos del medio, como los maestros Cauduro, Soriano, Felgueres y Anguiano, han llegado a expresar que "esto ni siquiera debería considerarse como "arte Down", simplemente es Arte". A mí me parece, afirma la doctora, maravilloso lo que está pasando aquí, ya que el arte no tiene cociente intelectual y a través del arte estamos rompiendo barreras.

Gracias a la cercanía de la Dra. Bátiz con los integrantes de la EMAD ha podido compartir con nosotros "un plus", porque ha seguido el proceso creativo de los alumnos y reconoce que cada cuadro refleja sus sentimientos y vivencias, cada cuadro, afirma, platica conmigo. Observa a los alumnos pensativos, interrogándose sobre qué van a hacer, elaborar un bosquejo, en fin, conoce la evolución en la creación de un cuadro, sin embargo, la parte que más le gusta, y que considera una lección para todo el mundo, es el orgullo con el que ellos presentan su obra, esto me parece muy importante porque todo para ellos ha sido difícil, desde el inicio aprender a caminar, aprender a comer por sí mismos... hacer las cosas para lograr hacer arte y además mostrarse tan plenos y tan felices con lo que son capaces de hacer, que al final ellos nos ofrecen a la sociedad en general una enseñanza: "tienes que estar feliz con lo que haces, independientemente... de la cantidad de cromosomas que tengas", ellos tienen la opción de enseñarnos lo que es el amor por ti mismo y por lo que eres capaz de hacer. Si aceptamos estas enseñanzas debemos empezar confiando en ellos.

La Escuela Mexicana de Arte Down, de la Fundación John Langdon Down, comenzó como un taller de creatividad en el año 1993, entonces se pretendía ampliar los programas educativos con los que ésta contaba. Fueron los alumnos los que modificaron la dimensión de este proyecto, nos explica la Dra. Bátiz, hemos confiado mucho en lo que nuestros alumnos son capaces de hacer, pero ellos nos rebasaron y este es uno de los ejemplos en el que ellos nos superaron, porque en un principio no pensamos hasta donde iban a llegar, fueron demandando cada vez más y más y más, y este desarrollo sorprendió a la Fundadora y Presidenta, la maestra Silvia García Escamilla, quien en 1997 integra formalmente la Escuela Mexicana de Arte Down con la incursión específica en las artes gráficas, además de un programa educativo que incluye historia del arte, teoría del color, visitas a museos, entre otras actividades.

La sensibilidad, nos explica Daniel Pérez, de alguna forma y muy a menudo la ves disfrazada, la ves como estereotipada, entonces cuando tú llegas y ves a este tipo de personas lindas en toda la extensión de la palabra, te das cuenta de que todas esas etiquetas, prejuicios y tabúes que uno trae, que la sociedad crea, resultan falsos, después al convivir con ellos encuentras que hay una sinceridad muy fresca, muy limpia, muy honesta, y eso te llena de satisfacción... saberte amigo de estos artistas motiva en ti el cariño, el afecto y todo lo que ello encierra... Para el maestro Daniel quizá si se hubiera planeado un proyecto como éste, no hubiera alcanzado lo que estamos viendo, la gran respuesta viene de los chicos, su trabajo es el que ha hablado y su honestidad es lo que le ha dado credibilidad.

Al lado de la honestidad hay una cualidad de libertad y de originalidad en la personalidad de estos alumnos que trasciende a otros ámbitos, tal como lo expresa el profesor Planells tienen una capacidad de "ser muy ellos", creo que normalmente es algo que salta a la vista, algo que predomina en ellos es esa pureza, no nada más en la manera de pintar si no en su forma de ser. El mismo profesor se ha cuestionado si realmente sus alumnos son "los discapacitados" o "los discapacitados" somos los demás, sin espontaneidad, veo que realmente los discapacitados somos los de afuera... nosotros, porque estamos muy hechos a lo que nos pide la sociedad, a las formas y a mostrar lo que realmente no somos, mientras que ellos se expresan de una manera muy abierta.

Los límites de la capacidad de creación son los límites de nuestro propio mundo, los integrantes de la Escuela Mexicana de Arte Down han logrado crear otros mundos más allá del de la discapacidad, sin embargo, no es que se tenga una visión ingenua que no considere la subjetividad del autor, no es tampoco "el arte por el arte", hay una conciencia de ser Down, hay una materialidad, una vivencia física, una identidad, y a partir de ello se está generando un movimiento artístico que nos brinda nuevos aires para mirar el arte.

Si bien la obra pictórica realizada en la Escuela Mexicana de Arte Down tiene un valor otorgado por el medio, no se encuentra a la venta pues tiene que darse a conocer y recorrer el mundo para cumplir con el objetivo de dignificar a las personas con Síndrome de Down, cambiar las expectativas... que los papás que tengan un bebé hoy o en los años venideros, sepan que hay un grupo de artistas mexicanos que tienen Síndrome de Down que están exponiendo en el mundo, y que vencieron la adversidad genética para convertirla en talento, gracias a que se creyó en lo que ellos eran capaces de hacer, si no hubiéramos confiado y creído en ellos, no tendríamos hacia donde caminar...
Es esta una invitación a la sociedad, la Dra. Luz Elena Bátiz nos recomienda, no prejuzgar y mejor acercarse a conocer... casi siempre que recibimos visitas en la Fundación quedan gratamente sorprendidas al observar lo maravilloso que son las personas con síndrome de Down, y ver todo el proceso de su desarrollo: desde un bebé que hace el esfuerzo por sostener su cabeza, un niño con dificultades de equilibrio pero que sostiene su charola de comida con la alegría de poder cooperar en los diferentes ambientes en los que se desenvuelve, el ritmo y entusiasmo con el que bailan su música preferida, hasta el orgullo del artista maduro que expone su obra.

2 comentarios:

  1. Hola, mi nombre es Claudia soy profesora de porcelana fría, egresada de la escuela nacional de cerámica en Argentina. Al leer esta publicación me causo emoción ya que coincido plenamente,ver con que entusiasmo trabajan y la alegría al tener su obra de arte terminada es una gran satisfacción. Para mi dar clases es aprender de ellos cada día el sentido que tiene la vida y como afrontar los obstáculos que nos presenta. Les dejo mi mail y estoy atenta a sus actividades, un cordial saludo. claudiaalejandra.rico@hotmail.com

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  2. hola soy papa de una hermosa bebe con simdrome de down vivmos en colombia en la ciudad de cucuta donde existen muy pocos lugares donde nos prestanlos servicios de guia en el desarrollo de nuestra hija pero estos centros son mas direccionados al desarrollo que a la inclucion social por esto mismo mi esposa y yo hemos pensado y queremos crear algo muy parecido a su entidad la que pasa es que no sabemos por donde empesar o que hacer para realizar nuestro sueño me gustaria recibir ayuda de ustedes mil gracias por su tiempo

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