Uno de cada 700 recién nacidos tiene Síndrome de Down y aunque por los avances de la medicina se ha logrado prolongar la esperanza de vida de manera sustancial (de 30 a 55 años y en algunos casos hasta 70), todavía no se ha logrado su inserción a la sociedad, afirmó Alejandra Lomelín, directora general de la Fundación John Langdon Down.
En entrevista, durante el cuarto Simposio Internacional sobre Síndrome de Down, comentó que cuando la fundación inició actividades para apoyar a los padres de familia con hijos que tienen esta alteración genética, muchas de las enfermedades asociadas, como cardiopatías, no se podían curar.
Ahora, varias de ellas se controlan, como la diabetes, y los males del corazón se curan con cirugía. De ahí que, de acuerdo con las estadísticas, hasta 10% de las personas alcanzan la edad de 70 años.
Lamentó, sin embargo, que en el aspecto de inserción social de los individuos con Síndrome de Down, México está muy rezagado. La sociedad carece de sensibilidad sobre el tema, cuando lo único que se debe entender es que se trata de personas distintas, con una alta capacidad para aportar.
Al comentar sobre el trabajo que realiza la fundación, Lomelín resaltó los logros de la Escuela de Arte, a través de la cual los alumnos han logrado montar exposiciones de obra gráfica y plástica en Europa y Estados Unidos. Próximamente se llevarán a cabo sendas exhibiciones en las ciudades de Cuernavaca y Culiacán.
Recordó que el Síndrome de Down es la principal causa de discapacidad intelectual en el mundo. Se trata de una alteración genética, también conocida como trisomía 21, por la presencia de un cromosoma extra en el par 21. Es una acción que ocurre en el momento de la concepción.
Aunque se puede detectar desde la gestación, es imposible prevenirla. Por ello, planteó, lo que se requiere es aceptar a las personas e integrarlas plenamente a la sociedad.
No obstante, en la actualidad, de las 150 mil personas con Síndrome de Down que se estima existen en México, sólo 3% tienen acceso a la educación especial que necesitan.
Lomelín también mencionó que la Fundación John Langdon Down recibe a bebés desde los 15 días de nacidos. Se les proporciona todo el apoyo que requieren para que puedan superar sus deficiencias físicas y mentales, incluso hasta la edad adulta, cuando pueden participar en diversos talleres donde se les prepara para la realización de actividades como repostería, grabado y pintura.
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